jueves, 7 de diciembre de 2017

¡ES MENTIRA! LAS COSAS NO ESTAN BIEN.


No se trata de ver el mundo con pesimismo o fatalismo; pero cuando hay maldad de por medio, es imposible que las cosas marchen bien, aunque aparentemente todo “marche sobre ruedas”.

La maldad sobre la tierra ha llegado a su punto máximo; se proclaman leyes contrarias a la Palabra de Dios y el pecado en todas sus formas se practica como algo normal.

Hemos llegado a un punto que es “normal” la corrupción, el robo, la injusticia, los asesinatos, las guerras, los atentados, la infidelidad, la inmoralidad, la degeneración sexual, la rebeldía, las blasfemias contra Dios y su santa Palabra. En fin, un mundo totalmente apartado de los lineamientos divinos...     ¡Un mundo así, no puede estar bien!

Estamos viviendo como en los días de Noé, en los que la maldad había llegado a su culmen; y que como consecuencia enfrentó un juicio de grandes dimensiones.

Y vio Dios que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal...     Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra
Génesis 6:5,11-12

Dijo nuestro Señor Jesucristo que cuando estuviéramos viviendo como en los días de Noé, entonces su regreso a la tierra estaría próximo. No sabemos cuándo será, pero sí sabemos que será pronto.

Jesucristo viene pronto por su pueblo redimido y a derramar sus juicios contra todos los rebeldes.

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis
Mateo 24:36-44


No perdamos la noción de nuestra identidad celestial y de nuestra misión sobre la tierra. El consejo de la Palabra de Dios es claro...

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta
Romanos 12:2

Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías...     Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración
1 Pedro 4:3,7

Es en medio de este entorno profético,  que nos corresponde a TODOS los cristianos vivir conforme a las pautas de la Palabra de Dios y a difundirla por todos los medios posibles. Lo más probable, es que a casi nadie le importe, pero aunque así sea, nuestro deber es saturar al mundo con la Palabra de Dios.

Si los juicios divinos aún no han caído sobre el mundo, es porque Dios en su infinita misericordia y paciencia continúa advirtiéndole.

Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
2 Pedro 3:7-12






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
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Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.


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