¿CREASTE TU PROPIA RUINA?

La desobediencia a Dios trae consecuencias de destrucción en la vida del ser humano. Definitivamente que nada sale bien, si no se toma en cuenta la dirección correcta establecida por Dios.

El proceso de destrucción irreversible que afecta a muchos, es precisamente por no tomar en cuenta a Dios en sus proyectos; pensaron que las cosas iban a resultar de maravilla, pero lo que ocasionaron fue una terrible tempestad. Comenzaron a “navegar” con un aparente viento favorable, pero después se les volvió contrario y fueron hundidos hasta las profundidades.

Antes de “embarcarse”, Dios les advirtió y les previno, pero hicieron oídos sordos; y ahora, tratan de salir por sí mismos de la situación que ellos mismos provocaron.

¿CREASTE TU PROPIA RUINA?

¿Eres tú, una de esas personas que desatendieron la advertencia de Dios y ahora estás en el fondo del abismo?

Dale gracias a Dios de que las cosas no se pusieron mucho peor de lo que se esperaban; dale las gracias porque en medio de esa situación disciplinaria, te está recordando porque es importante que lo tengas siempre en cuenta en tus proyectos.

Dios no quiere destruirte, sino que en su misericordia desea sacarte desde donde estás y reorientar tu vida hacia sus propósitos eternos.

Atención a esta palabra...

“Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”

Heb 12:5-11

Con solo dar una palabra, con solo dar una orden, Dios puede sacarte de la situación que creaste; puede hacer que resurjas de las cenizas, puede potencializar tus capacidades y proveerte de todos los recursos necesarios; pero es importante que pongas de tu parte. No en vano posees voluntad propia para levantarte.

¡Atención!

¡Dios NO hará lo que tú puedes hacer!

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¿COMO SALIR DEL ABISMO?

Incrementa tu relación con Dios por medio de la oración y la reflexión de su Palabra para que adquieras dirección y fuerza...     ¡Busca un tiempo para hacerlo!     ¡Es imperativo que lo hagas!

Renuncia a toda acción pecaminosa y toma la determinación de vivir conforme a las enseñanzas de Cristo...     ¡Debe haber disposición de tu parte!

Ponte bajo las órdenes de Dios para que haga de ti un canal efectivo para la difusión de su Palabra desde el lugar donde te encuentras...     ¡Esa es la razón por la que existes!

No pongas la mirada en las circunstancias; avanza con la mirada puesta en Dios, esperando en sus promesas fieles...     ¡Dios no te defraudará!

Descansa en el poder soberano de Dios, él hará que todos los acontecimientos sean reorientados a tu restauración...     ¡Nadie podrá detenerlo!

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¡Dios hará lo que tú NO puedes hacer!

Pero...     ¡Haz tu parte!

“Venid y volvamos al Dios Eterno; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará”

Oseas 6:1

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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO

PENSEMOS EN DIOS.

Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

Hechos 13:47.

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