Si tú te
desesperas en los momentos peligrosos y difíciles, es porque no confías en los
cuidados continuos de Dios... ¡La
desesperación es evidencia de la incredulidad!
La
desesperación te lleva a tomar decisiones arrebatadas y a proceder de manera
incorrecta... ¡Mucho cuidado! ¡Te irá
peor!
ANTE LA ADVERSIDAD,
¡NO TE DESESPERES!
Es necesario
que “asimiles” los acontecimientos circundantes bajo la luz de la Palabra de
Dios; que tengas presente que su realidad eterna, poderosa y soberana te
envuelve ahora... ¡Dios te está
enseñando a “ver más allá de lo que ves”!
Dios
intervendrá oportunamente a tu favor aunque ahora no veas nada
favorable... ¡No te desesperes! Con solo dar una orden, las cosas
cambiarán, aunque humanamente hablando nada se incline a tu favor.
Dios sabe cómo
están tus cosas, nada se escapa de su conocimiento y control. Por lo tanto...
¡Créele!
¡Obedécele!
¡Espera!
¡Descansa!
“Dios es
nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por
tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes
al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes
a causa de su braveza”
Salmo 46:1-3
“Estad quietos, y conoced que yo soy
Dios”
Salmo 46:10
---------------.
José Alfredo
Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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