lunes, 10 de julio de 2017

NO FUISTE TU... ¡FUE DIOS!


Le perteneces a Dios desde siempre y para siempre; es por su Gracia que decidió constituirte en “oveja” de su prado.

Reconoced que el Señor es Dios;
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado
Salmo 100:3




NO FUISTE TU...
¡FUE DIOS!

Es él quien quiso ser tu Padre, concederte la salvación y la vida eterna por medio de Jesucristo.

Al respecto, dice el Señor:

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero
Juan 6:44

Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre
Juan 6:65

Como consecuencia, es él quien ha puesto en ti, el deseo intenso de buscar su rostro...     El deseo de arrepentirte de todos tus pecados...     Es él quien desea revitalizar tu alma y transformarla con su poder...

En tus fuerzas es imposible que se opere una transformación interna y radical en las diversas áreas de tu vida, únicamente lo puede hacer la acción sobrenatural del Espíritu Santo.     Así como testifica el apóstol Pablo:

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte
Romanos 8:2




Y ENTONCES...
¿QUE TE CORRESPONDE HACER?

Veamos tres pasos que Dios nos da a través de la carta del apóstol Pedro...


Humillaos bajo la poderosa mano de Dios para que él os exalte cuando fuere tiempo
1 Pedro 5:6

Humillarse es reconocerse 100% necesitado y dependiente de Dios en todo; reconocer que todo lo bueno que eres y haces se debe a su acción sobrenatural en ti.

Humillarse es descansar pacientemente en su restauración aunque no comprendas sus largos e incomprensibles procesos.



Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros
1 Pedro 5:7

Esta acción implica una vida constante de oración; implica desahogarse ante Dios sin límites, implica poner tus cargas y preocupaciones en sus manos con la plena convicción de que todo lo permitirá para tu bien, de que nada se saldrá de su control.



Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar
1 Pedro 5:8

Ser sobrio se trata de  mantener encendida la noción de la realidad de Dios, de tu identidad espiritual, de tu misión sobre la tierra y de tu destino eterno; es muy fácil dejarse llevar por los espejismos que Satanás presenta por medio de sus seducciones.

Es fácil adormecerse, por eso es de vital importancia exponerse constantemente a la Palabra de Dios para que su acción sobrenatural mantenga tu espíritu despierto y fuerte ante las tentaciones.




“BUSCAD A DIOS Y SU PODER
BUSCAD SU ROSTRO CONTINUAMENTE”
Salmo 105:4






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.


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