Le perteneces
a Dios desde siempre y para siempre; es por su Gracia que decidió constituirte
en “oveja” de su prado.
“Reconoced que el Señor es Dios;
Él
nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo
suyo somos, y ovejas de su prado”
Salmo 100:3
NO
FUISTE TU...
¡FUE
DIOS!
Es él quien quiso
ser tu Padre, concederte la salvación y la vida eterna por medio de Jesucristo.
Al
respecto, dice el Señor:
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le
trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”
Juan 6:44
“Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le
fuere dado del Padre”
Juan 6:65
Como consecuencia,
es él quien ha puesto en ti, el deseo intenso de buscar su rostro... El deseo de arrepentirte de todos tus
pecados... Es él quien desea
revitalizar tu alma y transformarla con su poder...
En tus fuerzas
es imposible que se opere una transformación interna y radical en las diversas áreas
de tu vida, únicamente lo puede hacer la acción sobrenatural del Espíritu
Santo. Así como testifica el apóstol Pablo:
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte”
Romanos 8:2
Y
ENTONCES...
¿QUE
TE CORRESPONDE HACER?
Veamos
tres pasos que Dios nos da a través de la carta del apóstol Pedro...
“Humillaos bajo la poderosa mano de Dios para que él os
exalte cuando fuere tiempo”
1 Pedro 5:6
Humillarse es
reconocerse 100% necesitado y dependiente de Dios en todo; reconocer que todo
lo bueno que eres y haces se debe a su acción sobrenatural en ti.
Humillarse es descansar
pacientemente en su restauración aunque no comprendas sus largos e
incomprensibles procesos.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros”
1 Pedro 5:7
Esta acción implica
una vida constante de oración; implica desahogarse ante Dios sin límites,
implica poner tus cargas y preocupaciones en sus manos con la plena convicción de
que todo lo permitirá para tu bien, de que nada se saldrá de su control.
“Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”
1 Pedro 5:8
Ser sobrio se trata
de mantener encendida la noción de la
realidad de Dios, de tu identidad espiritual, de tu misión sobre la tierra y de
tu destino eterno; es muy fácil dejarse llevar por los espejismos que Satanás
presenta por medio de sus seducciones.
Es fácil adormecerse,
por eso es de vital importancia exponerse constantemente a la Palabra de Dios
para que su acción sobrenatural mantenga tu espíritu despierto y fuerte ante
las tentaciones.
“BUSCAD
A DIOS Y SU PODER
BUSCAD
SU ROSTRO CONTINUAMENTE”
Salmo
105:4
---------------.
José Alfredo
Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN
DIOS.
Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra!
“Porque así
nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a
fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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