Ninguno de nosotros
es digno de recibir las múltiples bendiciones de Dios; toda bendición es por
medio de los méritos de Jesucristo en la cruz.
“Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en
él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos
por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”
Efesios 1:3-5
Es por Gracia de
Dios...
Que te “injerta” en sus propósitos eternos; su poder sobrenatural te
levanta de la condición irreversible que propiciaste con tu desobediencia a su
voluntad.
Es por Gracia de
Dios...
Que su misericordia es una
realidad palpable cada día. Recibes de él lo que no mereces; nada menos ahora
lo estás comprobando.
Es por Gracia de
Dios...
Que la misión que te asignó sobre la tierra se mantiene firme e
irrevocable; no deja de capacitarte con sus dones y equiparte con los recursos
necesarios.
Es por Gracia de
Dios...
Que su Espíritu pone en ti el deseo intenso de no pecar y vivir de
acuerdo a su voluntad.
Es por Gracia de
Dios...
Que su soberanía se manifiesta en medio de todos tus acontecimientos. Nada
te sucede por “suerte”; no estás a la deriva. Todo es para tu bien.
Es por Gracia de
Dios...
Que tu vida está siendo preservada en medio de los “principios de
dolores” previos a los juicios que se derramarán sobre la tierra.
No lo olvides...
¡Dependes de la Gracia de Dios!
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
Efesios 2:8-9
-----------------------------------.
José Alfredo Liévano
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
-----------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario