Nuestra vida en la tierra es un ascenso continuo hacia la
Patria Celestial. Somos peregrinos que vamos “despegando” desde las realidades
terrenas hacia las celestiales. La muerte no es el final del trayecto, sino
la cima alcanzada hacia nuevas y definitivas realidades.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
Filipenses 3:20
Hemos de
estar conscientes de nuestro destino eterno...
Necesitamos CONVICCION para avanzar... DIRECCION para no perder el rumbo... FUERZA para no estancarnos en el trayecto... VALOR para no retroceder... LUZ para alumbrar a nuestros compañeros de
peregrinaje.
Es de vital importancia que durante el ascenso nos instruyamos
en las enseñanzas infalibles reveladas en la Biblia y nos estimulemos con sus
fieles promesas.
NO LO OLVIDES...
VAMOS ASCENDIENDO.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
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