Tus ojos se abrieron desde el momento que la enseñanza de la
Palabra de Dios se arraigó en lo más profundo de tu interior.
“La
exposición de tus palabras alumbra;
hace entender a los
simples”
Salmo 119:130
AL
ABRIRSE TUS OJOS ADQUIRISTE LA CONVICCIÓN...
Ø De la realidad de un solo Dios vivo y eterno... un solo Dios creador todopoderoso del universo... un solo Dios que todo lo escruta y
conoce... un solo Dios que todo lo
gobierna con sabiduría inescrutable.
Ø Que en un momento oportuno de tu historia personal, Dios te
salvó por medio de Jesucristo dándole un nuevo y definitivo rumbo a tu vida.
AL
ABRIRSE TUS OJOS ADQUIRISTE LA CONVICCIÓN...
Ø Que el Espíritu Santo está operando una transformación continua,
profunda y radical en todas las áreas de tu vida para amoldarte de acuerdo al carácter
de Cristo.
Ø Que caminar sin Dios es un desperdicio, y que toda tu vida
debe girar a su alrededor... que no
existe otra razón por la que vives...
que vas en tránsito hacia la Patria celestial.
AL
ABRIRSE TUS OJOS ADQUIRISTE LA CONVICCIÓN...
Ø Que Dios interviene a tu favor en medio de todas las
circunstancias adversas... que
siempre “hace soplar el viento a tu favor”... que ninguna autoridad terrenal frenará lo
que se propuso hacer en ti desde toda la eternidad.
Ø Que la gracia, la misericordia, el poder y la soberanía de
Dios te envuelven siempre...
“El Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su
fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también
en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel
que todo lo llena en todo”
Efesios 1:17-23
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