Todo está listo para que el juicio de Dios se derrame sobre todas las
naciones de la tierra; las señales previas son evidentes, están ante nuestros
ojos. Estamos ante los eventos previos que desencadenarán la gran tribulación.
“Y todo esto
será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán,
y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos
tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el
amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio
a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo
24:8-14. La maldad ha
llegado a grado superlativo; y cada acto cometido conlleva consecuencias
irreversibles para el mundo. El
ambiente generalizado de maldad en todas sus facetas es un veneno que se ha
esparcido en todas partes.
Nadie escapará del juicio de Dios, aun aquellos que durante toda su vida
quedaron “impunes” ante la justicia... aun aquellos que se escudaron en su poder
económico e influencia social. Todo saldrá
a la luz ante el trono justo de Dios. Todas las acciones escondidas serán reveladas.
“Porque nada hay
oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser
conocido, y de salir a luz” Lucas 8:17. Todo lo que con cuidado se escondió de la
vista pública saldrá a la luz. Será un juicio en el que hasta las acciones
de los que ya murieron serán conocidas. “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de
delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para
ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros
fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras”. Apocalipsis 20:11-13.
Nadie podrá justificarse delante de Dios. Ni aun los muertos...
¿QUE PODRÍA DETENER EL JUICIO DE DIOS?
Lo único que podría detener el juicio de Dios sobre las naciones es un arrepentimiento genuino y generalizado,
comenzando por los gobernantes y los “grandes” de la tierra. Este
es el caso que vemos en la ciudad de Nínive y cuyos principios se pueden aplicar
a nuestro contexto. “Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:
Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que
yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová.
Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás
a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a
cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y
proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de
ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se
despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo
proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo:
Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé
alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen
a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que
hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará
del ardor de su ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se
convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les
haría, y no lo hizo. Jonás 3.
Arrepentirse es sentir un dolor intenso
en lo más profundo del corazón por haber pecado contra Dios, es reconocer que
únicamente por medio de Jesucristo se obtiene la amnistía total de toda culpa,
es dar un giro radical de vida. Es tener la determinación firme de vivir de
acuerdo a las pautas que Dios ha revelado en su Palabra, es no volver atrás. Es mostrar frutos de cambio radical de vida.
“¿Quién os
enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento”. Mateo 3:7-8.
Sin embargo, muchos a pesar de saberlo
no proceden al arrepentimiento debido a su conciencia cauterizada por la
práctica del pecado. Esa es la actitud
que se observa ahora y que se observará en todo el mundo cuando los juicios de
Dios arremetan con fuerza. “El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue
dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran
calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se
cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el
Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.” Apocalipsis 16:8-11. ¡Terrible! Hasta donde llegará la
dureza de los corazones. Ya está escrito que así será.
El tiempo para arrepentirse es hoy...
El tiempo para enderezar los caminos torcidos es hoy...
El tiempo para mostrar frutos dignos de arrepentimiento es hoy...
El tiempo para dejar de ser necios y duros de corazón es hoy...
El tiempo de la amnistía de Dios para todas las naciones de la tierra es
hoy...
Tristemente casi nadie está tomando en cuenta el llamado al
arrepentimiento. Muchos saben que
estamos viviendo tiempos profetizados, y aun así hay desprecio hacia el mensaje
del evangelio. ¿Qué más se puede hacer si nadie quiere dar pasos de
arrepentimiento? ¿Qué más puede suceder? ¡LA OPORTUNIDAD ES HOY! La oportunidad para arrepentirse, la
oportunidad para abandonarse bajo la amnistía redentora de nuestro Señor
Jesucristo, la oportunidad para inscribirse en “libro de la vida”. “Y vi a los
muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y
otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus
obras... Y el que no se halló inscrito
en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” Apocalipsis 20:12,15.
¡CRISTIANOS
TODOS!...
No perdamos la noción de nuestra responsabilidad prioritaria
en el mundo. Sabemos que estamos
viviendo tiempos previos a la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Sabemos que las señales previas a su venida
son más que evidentes. Sabemos que Dios
nos ha puesto precisamente para estos tiempos profetizados. Seamos como “esas voces que claman en el desierto” llamando al
arrepentimiento. Cumplamos con la
misión asignada. Pongámonos bajo las órdenes
incondicionales de Dios para tal propósito.
Recordemos las advertencias
claras que nuestro Señor Jesucristo nos hace ahora...
“Mirad también por vosotros
mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de
los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque
como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de
todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”
Lucas 21:34-36.
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@JAlfredoLievano
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