miércoles, 2 de septiembre de 2015

BUSCA LAS “COSAS DE ARRIBA”


Atención a esta palabra: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2).  

¿Qué es buscar las “cosas de arriba”?   Se refiere a buscar las realidades espirituales antes que las terrenales, a “invertir” en el “banco de los cielos” antes que en los bancos terrenales (No estoy hablando de dinero, que conste), es buscar lo absoluto antes que lo relativo, es buscar nuestro destino definitivo y trascendente que se encuentra únicamente asegurado EN Jesucristo.   No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (Mateo 6:19-20).   Ante este mandato, hemos de entender que no se trata de descuidar o evadir las responsabilidades terrenales, pero sí de darle prioridad en buscar el Reino de Dios y su justicia; lo demás vendrá por añadidura, será él quien nos abra puertas, nos de capacidades, nos ponga personas idóneas, nos de los recursos y nos de las estrategias para asumir las responsabilidades asignadas.   Todo viene de él.   Por eso: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:31-33).   Se trata de ser responsables y diligentes en nuestro trabajo terrenal, pero sin olvidar lo prioritario.    

¿Qué es buscar el Reino de Dios?   Es ante todo buscar prioritariamente la acción de su gobierno en nuestro interior, es desechar todo aquello que se oponga a su acción y permitir que su Espíritu tome el control total de nuestros pensamientos, emociones y deseos; ¿Cómo se logra? Por medio de la oración diaria y la reflexión bíblica diarias cuyo fruto será una renovación interna producida por la acción sobrenatural del Espíritu Santo quien nos permitirá espontáneamente andar EN Cristo, que es equivalente a andar EN el Espíritu, así como lo escribe Pablo en la carta a los Romanos: “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:5-9)  

Nuestra prioridad debe ser ante todo buscar el gobierno de Dios EN nosotros; es decirle “Venga tu Reino” así como lo dice la oración que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra(Lucas 11:2).  

Con relación al texto que cité de Mateo, hay también otro mandato además de “buscar el Reino de Dios” y es el de “Buscar la Justicia de Dios”.  
¿Qué es buscar la justicia de Dios?   Buscar la justicia de Dios, es proceder de acuerdo a lo establecido por él en su Palabra, es buscar todos los medios posibles para establecer sus lineamientos en el ámbito donde nos toca vivir y proceder conforme a ellos, aunque por ello enfrentemos todo tipo de oposición.


ASÍ QUE...
Deja de afanarte por lo inevitable,
y deja que Dios se encargue de ello.  
Tú, busca las cosas de arriba...





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@JAlfredoLievano 

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