Necesitamos de la FUERZA
SOBRENATURAL del Espíritu Santo para proceder contra la corriente de nuestros criterios
personales opuestos a la Palabra de Dios, de nuestras inclinaciones naturales,
de los espejismos del mundo, de las tentaciones de Satanás y de toda clase de
adversidad que se nos venga en contra. Definitivamente que solos no podemos, lo
hemos comprobado recientemente. Sin la fuerza sobrenatural del Espíritu
Santo no somos capaces de practicar lo
que hemos discernido en la Palabra de Dios y de llevar una vida de obediencia
radical a sus exigencias. En esta corta reflexión deseo recordarte aquella
orden que nuestro Señor Jesús le dio a
sus discípulos. “Velad
y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil”. (Mateo 26:41).
Es necesario invertir y redoblar más horas de oración y reflexión bíblica, para
que adquiramos esa FUERZA sobre nuestra DEBILIDAD constante que nos frena y nos
hace caer.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
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