Confía. Dios está ahora mismo
sobre todos tus acontecimientos, aunque a tu alrededor el caos se incremente. Necesitas
recordar que en medio de todo peligro gigante, descontrolado y amenazante él tiene
el control absoluto. Nada de ti se le escapa de sus manos. Todas tus cosas
están ante él en este momento.
Confía. Dios no se ha olvidado
de ti aunque no lo veas ni lo sientas. Aunque “la gente” te diga que todo se
echó a perder y que ya no hay soluciones para tu caso. Fíjate bien: Dios ha
decidido no soltarte aunque intentes buscar otras soluciones, las cuales no
permitirá que se consoliden. Dios tiene su momento para intervenir. Espera pacientemente...
Confía. Tus oraciones han sido
escuchadas, aun esa que consideras imposible de conceder. No hay palabra dicha
por ti que haya pasado desapercibida ante su presencia, él te concederá todo
cuanto vaya orientado a sus propósitos eternos. Te dará más de lo que pidas...
Confía. No te impacientes aunque
en vez de soluciones, solo veas problemas. En medio de este caos, Dios de
manera oportuna y repentina obrará para favorecerte. Ciertamente lo verás. Así será,
ten esa certeza plena.
Confía. Dios dará la orden determinante
a los obstáculos que se han puesto delante de ti para que se retiren y no
vuelvan más a obstaculizar tus pasos. Las puertas que NO deben estar abiertas
serán cerradas y las que NO deben estar cerradas serán abiertas.
CONFÍA...
DIOS
NO MIENTE.
“Bienaventurados todos los que en él confían”
Salmo 2:12
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