Dios advierte antes que sucedan las cosas; lo hace
específicamente por medio de su Palabra y lo confirma por medio de acontecimientos
o personas específicas. Por eso es importante mantener nuestra atención en la
Palabra de Dios, quien “desde temprano y sin cesar” advierte sobre las
consecuencias que trae ignorar sus consejos. El profeta Jeremías, inspirado por
Dios lo recuerda: “Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice
Jehová, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no oísteis, y os llamé, y
no respondisteis” (Jeremías 7:13). Aplicándolo
a tu vida: Tu sabes perfectamente sobre qué te está advirtiendo Dios, no es
casualidad que precisamente hoy recibas esta palabra. Dios te advierte desde
temprano y sin cesar, y es necesario que acates, pues llegará un momento en que
las consecuencias caerán por su propio peso. Y no será culpa de Dios, sino tuya.
Estamos viviendo tiempos en los que muchas personas
a pesar de conocer las advertencias divinas, siguen procediendo en contra de
ellas.
Esto se puede ver desde las estructuras gubernamentales de una nación, así como
desde el ámbito religioso, social e individual. Esto traerá un irremediable
juicio de proporciones irreversibles. No es advertencia humana. Dios lo dice: “Extendí mis manos todo el día a pueblo
rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos; pueblo
que en mi rostro me provoca de continuo a ira... Yo también os destinaré a la espada, y todos
vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis;
hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis
lo que me desagrada” (Isaías 65: 2-3,
13)
A pesar de todo, Dios ha mostrado misericordia y
paciencia al que se deleita en la maldad, le ha advertido de
diferentes maneras y aun así le sigue respondiendo “NO” con sus actitudes deliberadas.
El tiempo para acatar las advertencias de Dios es AHORA, “un segundo” más podría
ser demasiado tarde. Dice el Señor: “Se mostrará piedad
al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no
mirará a la majestad de Jehová.
Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven;
verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos
fuego los consumirá” (Isaías 26:10-11)
TWITTER.
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario