domingo, 15 de febrero de 2015

ESTAS ANTE OTRA OPORTUNIDAD...

Dios te ofrece hoy otra oportunidad en la que está anulando por completo las consecuencias de tus acciones pasadas y reorientándolas para bien. Obviamente que de ninguna manera lo mereces, pero su GRACIA y MISERICORDIA sobre ti lo mueve a hacerlo.
Dios ha escuchado tu oración y ha mirado tu corazón arrepentido, sabe que tienes la determinación para hacer las cosas de acuerdo a sus mandatos. Por lo tanto aplica hoy para ti esta palabra que viene de lo profundo del corazón de Dios: “No haré caer mi ira sobre ti porque misericordioso soy yo” (Jeremías 3:12).  
Entiende ahora que tu  vida entera ha estado siempre marcada por la GRACIA incondicional de Dios.   Lo estás viendo ahora...

En esta nueva oportunidad, Dios te está abriendo un nuevo camino en el que está dispuesto a acompañarte en medio de las adversidades que enfrentes. Tendrás que atravesar inevitablemente valles de sombra y de  muerte; sin embargo, en esos momentos podrás decir con plena certeza: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4). En medio de toda circunstancia imposible y difícil tendrás el apoyo total e incondicional de Dios, así que rechaza las tentaciones que te inviten a detenerte, desviarte y retroceder.

En esta nueva oportunidad, el poder y la soberanía de Dios está reintegrándote en los propósitos que forjó para ti desde antes de la creación del universo, caso contrario no tendría sentido en concedértela; de ahí que es necesario que no pierdas la noción por la que has venido a la tierra. “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:14-16)

Dale gracias a Dios por esta nueva oportunidad inmerecida que desde hace mucho tiempo comenzó a forjar en ti sin que te percataras de ello. Ahora comprendes “el por qué” de  muchas circunstancias incomprensibles que te permitió vivir, pero que eran parte de esa disciplina paternal que lleva a la restauración. “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6) Ahora entiendes que todo ha sido parte de un proceso largo que aun no finaliza y en el que has aprendido a creerle, obedecerle, servirle y esperarle.

Estás ante una nueva oportunidad...
Pídele a Dios que te de la sabiduría necesaria para aprovecharla al máximo.
¡No de decepcionará!


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermosas palabras, han llegado a mi vida en un momento donde necesitaba a Dios y esta es su respuesta a las muchas suplicas que le he hecho...