Dios te ofrece hoy
otra oportunidad en la que está anulando por completo las consecuencias de tus
acciones pasadas y reorientándolas para bien. Obviamente que de ninguna manera
lo mereces, pero su GRACIA y MISERICORDIA sobre ti lo mueve a hacerlo.
Dios ha escuchado tu oración
y ha mirado tu corazón arrepentido, sabe que tienes la determinación para hacer
las cosas de acuerdo a sus mandatos. Por lo tanto aplica hoy para ti esta
palabra que viene de lo profundo del corazón de Dios: “No haré caer mi ira
sobre ti porque misericordioso soy yo” (Jeremías
3:12).
Entiende ahora que
tu vida entera ha estado siempre marcada
por la GRACIA incondicional de Dios. Lo
estás viendo ahora...
En esta nueva
oportunidad, Dios te está abriendo un nuevo camino en el que está dispuesto a acompañarte
en medio de las adversidades que enfrentes. Tendrás que atravesar
inevitablemente valles de sombra y de muerte;
sin embargo, en esos momentos podrás decir con plena certeza: “Aunque ande en valle de
sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4). En medio de toda circunstancia imposible y difícil tendrás el
apoyo total e incondicional de Dios, así que rechaza las tentaciones que te
inviten a detenerte, desviarte y retroceder.
En esta nueva
oportunidad, el poder y la soberanía de Dios está reintegrándote en los propósitos
que forjó para ti desde antes de la creación del universo, caso contrario no
tendría sentido en concedértela; de ahí que es necesario que no pierdas la
noción por la que has venido a la tierra. “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un
almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:14-16)
Dale gracias a Dios
por esta nueva oportunidad inmerecida que desde hace mucho tiempo comenzó a
forjar en ti sin que te percataras de ello. Ahora comprendes “el por qué” de muchas circunstancias incomprensibles que te permitió
vivir, pero que eran parte de esa disciplina paternal que lleva a la restauración.
“Estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses
1:6) Ahora entiendes que todo ha sido
parte de un proceso largo que aun no finaliza y en el que has aprendido a
creerle, obedecerle, servirle y esperarle.
Estás ante una nueva oportunidad...
Pídele a Dios que te de la sabiduría necesaria para aprovecharla
al máximo.
¡No de decepcionará!
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1 comentario:
Hermosas palabras, han llegado a mi vida en un momento donde necesitaba a Dios y esta es su respuesta a las muchas suplicas que le he hecho...
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