El tiempo que queda es muy
corto, no queda espacio para desperdiciarlo en acciones o actividades que no
van de acuerdo a los propósitos de Dios.
“Mirad, pues,
con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien
el tiempo, porque los días son malos.”
Efesios 5:15-16
Los tiempos que ahora
enfrenta el mundo, y los que se vendrán después, se irán haciendo cada vez más
peligrosos como consecuencia de la rebeldía deliberada de la humanidad.
Es prioritario que enfoques
todos tus esfuerzos en la misión encomendada por Dios. Es lo más urgente sobre todas tus prioridades.
“Pero esto digo,
hermanos: que el tiempo es corto... y los que compran, hagan como si no
poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque
la apariencia de este mundo se pasa.”
1 Corintios 7:29-31
NO VALE LA PENA DESPERDICIAR EL TIEMPO QUE QUEDA.
Desde hace mucho tiempo y
por diversos medios, Dios te ha estado insistiendo para que inviertas tu tiempo
en la misión que ha diseñado para ti. Una
y otra vez de manera insistente no deja de recordártelo. (Acuérdate)
Aun estás a tiempo para
integrarte al equipo de los escogidos diligentes de Dios...
Aun estás a tiempo a pesar
que ya es demasiado tarde para solucionar muchas cosas que desde hace muchos
años debían de haberse ordenado...
Aun estás a tiempo a pesar
de tu inconsistencia y de las consecuencias que generaste en el pasado...
¡ MIENTRAS VIVAS, AUN ESTARÁS A TIEMPO !
Levántate ahora de tu “parálisis”
y da el primer paso poniéndote bajo las órdenes incondicionales de Dios, aunque
no sepas qué acción tomará. Entiende que Dios tiene múltiples maneras para
hacerlo, aun por medio de acontecimientos rutinarios y nada relevantes. ¡Créelo!
PONTE BAJO LAS ÓRDENES DE DIOS Y ESPERA...
Nada de ti se echará a perder.
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