Reconocer que la culpa fue tuya.
Que por haber desatendido la voz de Dios, ahora estás enfrentando las
consecuencias. Tú sabías perfectamente que lo que estabas haciendo no era
correcto, pero sin embargo desobedeciste...
Abandonarte bajo la misericordia infinita e incondicional de
Dios. No busques justificarte delante de él. Reconoce realmente
que tuviste toda la culpa de lo que ahora estás enfrentando.
Abandonarte bajo el poder sobrenatural de Dios, para que
aquellas situaciones imposibles y difíciles sean resueltas y encauzadas para
bien. No cuestiones como procederá, solamente cree que él
hará más allá de lo que puedas imaginar.
Ser dócil a las indicaciones específicas que Dios te indique
en oración y en la reflexión de su Palabra. Da los pasos
de fe que te pida dar aunque choquen con tu lógica o conveniencias personales.
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Ante las diferentes
situaciones asfixiantes y extremadamente imposibles de resolver que tú
propiciaste, quiero recordarte hoy, que Dios te tiene preparada la solución en
el tiempo y el lugar específico.
Ya todo está
perfectamente y cuidadosamente previsto por él. No hay ningún detalle que no se
le escape por alto, aunque tú sientas que estás a la deriva total.
Todo se dará en una sincronía
perfecta.
La soberanía de Dios te
envolverá, y aun en los acontecimientos más insignificantes y casuales, verás cómo
su intervención misericordiosa y sobrenatural se derramará abundantemente sobre
ti.
Nada acontecerá por
suerte... lo comprobarás tú, y todas la personas que te rodean...
“Porque tu
tierra devastada, arruinada y desierta, ahora será estrecha por la multitud de
los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos”.
Isaías 49: 19
¿Cuál es la “tierra”
que tu devastaste con tu desobediencia deliberada? ¿Qué es lo que ahora definitivamente
ya no tiene solución?
Para Dios si la hay...
José Alfredo Liévano
Twitter: @JAlfredoLievano
3 comentarios:
Hracias Dios creo que en ti soberania tpda circunstacia por la que estoy pasando cambiara.
Bendita sea la palabra de Dios.
Preciosa reflexión, hermano, gracias por dejarse usar por el Señor, con este medio.
5° elemento implora dirección, perdón y protección
Salmo 25 de David
1 A ti, Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
3 Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, Jehová, tus caminos;
enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí, por tu bondad.
8 Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes en la justicia y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, Jehová,
perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que lo temen,
y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos siempre se dirigen hacia Jehová, porque él saca mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado y con odio violento me aborrecen.
20 ¡Guarda mi alma y líbrame!
No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.
21 Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado.
22 ¡Redime, Dios, a Israel
de todas sus angustias!
Gracias Papá, gracias.......
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