Has
llegado a un punto tal, en el que solamente Dios te puede ayudar. Ya no lo
pueden hacer los medios y recursos a los que te habías acostumbrado.
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Nadie más puede ayudarte.
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Tus
“grandes” fuentes de ayuda, ya colapsaron. Por eso, solo te queda decir:
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De
dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y
la tierra”.
Salmo 121:1-2.
Has
llegado a tener la certeza que Dios es tu única fuente de ayuda.
Has
entendido que Dios tiene toda la capacidad sobrenatural para ayudarte, pues por
medio de la creación ha demostrado que desde donde nada hay, lo puede hacer
todo. Es necesario que siempre lo creas, aunque a tu alrededor todo lo veas al revés
y con pronósticos extremadamente desoladores...
Por
lo tanto:
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Pase lo que pase, refúgiate en Dios.
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Solo
Dios podrá socorrerte ante la amenaza
específica que ahora te acosa. (Tú sabes que es). No dudes, ni temas. La cobertura
de Dios es a prueba de todo...
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se
traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y
tiemblen los montes a causa de su braveza”.
Salmo 46:1-3
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En medio de la crisis, sigue clamando.
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La situación a tu alrededor va a
empeorar.
Es lógico que el resultado de la soberbia y la
maldad que envuelve a todo el mundo, no deje de afectarnos. Estamos viviendo en
un mundo “envuelto” en la maldad. (Ver reflexión publicada en el blog titulada: “¿Tiempos de Noé?... ¿Tiempos de Sodoma?... ¿Tiempos de Gomorra?...” publicada el 6
de marzo de 2014) Es por demás
que no nos afecte y tienda a debilitarnos, por eso es necesario clamar sin
cesar.
“En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana
y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. El redimirá en paz mi alma de
la guerra contra mí, aunque contra mí haya muchos”.
Salmo 55:16-18
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En medio de la crisis, sigue esperando.
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Dios
tiene su tiempo...
Tiene
su “calendario”...
El,
en su momento derramará su justicia y su poder...
Ten
paciencia, pues Dios no deja las cosas “a medias”...
Espérate...
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él
vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”.
Salmo 62:8
En
su momento, Dios dará la orden expresa para que se proceda de acuerdo a su propósito.
El es el Señor Soberano del universo.
Dios
dará la orden para que aun en medio del peor de los entornos que te toque
vivir, todo te sea favorable.
Acuérdate que tu bienestar no depende de las
circunstancias externas, sino de Dios...
En
su momento, todo sucederá de manera sincronizada, repentina y oportuna...
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Pase lo que pase, no conocerás la frustración.
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Dios
te lo promete ahora:
“No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre
serán saciados”.
Salmo 37:19
José
Alfredo Liévano
Twitter:
@JAlfredoLievano
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