Hay
personas que literalmente “están” en medio de un terrible horno ardiente que todo
lo consume sin piedad. Una calamidad total sin precedentes que agudiza más su
dolor, su soledad y su angustia. Conforme
pasa el tiempo, las cosas en vez de solucionarse, empeoran más y más. ¡No hay
salida!
Han
llegado a exclamar como el profeta Jeremías:
“¡Qué terrible es mi dolor! ¡Mi sufrimiento no se acaba!
Estoy sufriendo en carne propia los males de mi pueblo.
Todo a mí alrededor está destruido y nada puedo reconstruir. Ya no
hay nadie que pueda ayudarme; toda mi gente está muerta. ¡He quedado
abandonado!”
Jeremías 10:19-20.
(Versión lenguaje actual)
Ante esta situación arriba descrita, han buscado a Dios en su angustia, pero tal parece que sus oraciones son vanas, no son oídas; toda palabra de consuelo que reciben es como “oír llover”. Si tú eres una de esas personas, continua leyendo...
---------------------------------.
¡Ya no puedes avanzar!
¡Topaste fondo!
---------------------------------.
¿Y
ahora qué?
El
descenso continúa...
Totalmente
sin que nadie pueda ayudarte...
¿Qué
pasa?
¿Por
qué no se ve la acción oportuna de Dios?
Dios es bueno y justo.
Es el primero que no quiere verte sufrir esta situación, pero antes de tu restauración,
es necesario que aprendas las
implicaciones que traen las actitudes de desobediencia deliberada a su
voluntad.
---------------------------------.
¿Y ahora... qué vas a hacer?
¿Qué acciones prácticas vas a tomar?
---------------------------------.
Reconoce
que todo sucedió por tus malas y obstinadas decisiones; Dios, en su momento te advirtió
que no lo hicieras, te puso diversos obstáculos y sin embargo te los saltaste
una y otra vez. Ahora enfrentas consecuencias irreversibles.
Pídele
perdón a Dios por haberle desafiado con tus actitudes caprichosas, por obviar
sus mandamientos deliberadamente...
Dale
gracias a Dios por este proceso disciplinario en el cual te hizo entender como
debes de proceder correctamente...
Ríndete
delante de Dios. Simplemente dile: “Ya no puedo más”. “Me rindo delante de ti”.
Entiende que para ti, ya es muy tarde, sin
embargo para Dios no lo es...
Clama
a Dios para que su Gracia incondicional, su Misericordia infinita, su Poder
sobrenatural y su Sabia soberanía se derramen sobre tu vida...
Confía
en Dios aunque no sepas como te sacará de tu situación actual. No le preguntes
a “como” le hará, solamente créele con
todo tu corazón. El es soberano y sabe perfectamente lo que hace aunque “choque”
con tu lógica. Nada es imposible para él...
---------------------------------.
Veras lo resultados de tu clamor.
---------------------------------.
Serás
libre de esa situación específica que te ha atrapado y de todos los apuros que
te ahogan...
Dios
te pondrá en “lugares espaciosos” aunque a tu alrededor reine la estrechez...
Dios
te respaldará en todo lo que emprendas, porque lo harás bajo su aprobación...
Aunque
sea demasiado tarde verás las evidencias de su bondad para contigo...
Verás
que Dios tiene guardadas para ti muchas sorpresas inusuales, repentinas e
inesperadas.
---------------------------.
Entenderás entonces, que Dios ha tratado contigo de
manera única y especial.
---------------------------.
José Alfredo Liévano.
Twitter:
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario