viernes, 13 de septiembre de 2013

NO SIGAS LA SENDA DE LOS INCREDULOS Y DESOBEDIENTES.


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¡Cuidado!
No sigas la senda de los incrédulos y desobedientes.
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Si no lo crees a Dios, NADA sucederá; y si le desobedeces, consecuencias dolorosas enfrentarás.

Créele a Dios aunque la situación sea completamente adversa. Es necesario que adquieras convicciones sobrenaturales en las promesas y en el poder de Dios. 
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1.

Obedece, dando pasos de fe, aunque tengas delante de ti un “muro” infranqueable. Mira el ejemplo de Abraham: 
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.” Hebreos 11:8.

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Oportunamente esta reflexión ha llegado a tus manos.
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No ha sido casualidad, que como respuesta a tu oración, Dios quiere que creas esta promesa que él mismo te da: “Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz. Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad” Isaías 43:19.

Cree que así será...
Visualiza esta promesa como ya consumada...
Da el paso de obediencia que ahora te está demandando...
Dios no permitirá que caigas al vacío.

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JOSE ALFREDO LIEVANO
Twitter: @JAlfredoLievano