No retrocedas, aunque ahora todo lo veas en contra, aunque te
veas ante una “reja fortísima” con triple cerrojo de la que ya no puedes salir.
No retrocedas, aunque tus "fuentes" de provisión,
seguridad y protección se estén comenzando
a secar de forma irreversible.
No retrocedas, aunque
ahora vivas una situación angustiante sin precedentes en la historia de tu
vida, aunque ya no tengas ningún medio de ayuda.
No retrocedas. Entiende que Dios está ahora mismo en medio
de tus acontecimientos, y que algo hará. El tiene grandes promesas para ti, aun
en medio del ambiente adverso y generalizado que se avecina.
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No retrocedas...
Dios te librará de los tiempos de
angustia...
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Encomiéndale tus caminos y proyectos, pues todo lo que se
pone en sus manos, no se echa a perder...
Espérate. Dios se hará cargo de todo lo demás.
Mantén tu atención a las "alteraciones providenciales"
de parte de Dios, verás que nada te sucederá
por "suerte".
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Un segundo bastará para que todo cambie.
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Dios sabe lo que hace contigo.
Repentinamente él "dará la orden" que le dé un
giro radical a todos tus planes y acontecimientos.
Al final, lo entenderás todo.
No retrocedas, espérate.
“Los que esperan a Jehová tendrán
nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán”.
Isaías 40:31
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