Justamente ahora, Dios va delante de ti abriéndote caminos, poniéndote diversos medios para tu ayuda y quitando todos los obstáculos que impidan tu paso. El quiere “sembrarte” en la tierra que diseñó para ti, para que desde allí vivas para el propósito por el cual te creó. ¡Qué gran privilegio!
Entiende que aun en medio del árido “desierto”, vas a tener todo cuanto necesites...
Entiende que aun en medio de las tempestades en tu contra, tendrás su protección...
Haz un recuento de los eventos permitidos por Dios en el pasado, has comprobado que en ninguno de ellos te ha fallado; siempre, al final has salido venciendo. ¿Te acuerdas?
No temas, Dios sabe cómo y por donde te conduce. Nadie podrá interferir en tu contra aunque así lo parezca. Descansa en su cobertura constante y personalizada...
Vas a tener los “cielos abiertos” a tu favor...
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Dios hará algo inusual y repentino para que sus grandes propósitos se cumplan en ti.
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Formas parte del redil de Dios. El es el pastor que te guía, protege y provee oportunamente; por eso has de declarar con convicción que con él, nada te faltará.
“Jehová es mi pastor; nada me faltará”.
Salmo 23:1.
Dios te garantiza hoy, que siempre intervendrá oportunamente a tu favor para que sus grandes propósitos sean una realidad en tu vida.
Sigue adelante aunque los obstáculos se multipliquen...
Persevera aunque la oposición sea fuerte...
No desmayes...
“No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
Isaías 43:1-2.
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