¡Créelo!...
Dios te hará el milagro aunque solo veas oscuridad rodeándote por todos lados, aunque no veas ni la más remota posibilidad de solución.
Mientras mantengas una pequeña dosis de incredulidad, el milagro jamás llegará, y además con esa actitud no agradas a Dios. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Hebreos 11:6.
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Es necesario que saltes de la incredulidad a la fe.
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Contra toda posibilidad de solución, únicamente cree en el poder sobrenatural de Dios y declara que el milagro prometido por él, será una realidad.
Sigue orando, aunque no veas nada. Persevera... persevera... mira lo que nuestro Señor Jesucristo dice al respecto: “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” Juan 16:23.
Sigue exponiéndote a la Palabra de Dios con una actitud de fe. Creyéndola contra toda lógica. No es posible que después de tantas confirmaciones dadas, aun así sigas dudando. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” Hebreos 4:7.
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Tú le perteneces a Dios, y por lo tanto, en ningún momento de tu vida dejará de brindarte toda su atención personalizada.
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Más claro no ha sido Dios al confirmarte estas palabras, sobre todo en estos momentos tan difíciles para ti. ¿Qué más evidencias esperas? ¿No crees que ya te mostró suficientes? ¿Cuándo comenzarás a creerle? Creo que ya es tiempo...
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¡Créelo!...
Dios lo hará.
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