A pesar que decidiste creerle a Dios y obedecerle incondicionalmente, fallaste.
La tentación de dudar y desobedecer se te presentó más fuerte, y... sucumbiste. Tu bien sabías que no estabas procediendo correctamente, y aun así continuaste en contra de la reprensión del Espíritu Santo.
Nada menos hace unos momentos lo comprobaste...
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Dudaste y desobedeciste a pesar que Dios te lo advirtió con claridad.
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Has comprobado lo débil e inconsistente que eres para enfrentar las situaciones adversas y los espejismos seductores que te hacen la guerra de día y de noche.
He aquí la palabra que Dios te da para estos momentos:
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Mateo 26:41
Aparta a partir de hoy, un tiempo específico para nutrir tu vida espiritual de manera mucho más intensa. Necesitas hacerlo todos los días, pues ya viste que no se trata de una opción, sino de una necesidad urgente. Hazte el propósito de fortalecerte en Dios a partir de hoy. No tienes fuerzas, eres débil.
En este caso, solamente Dios te podrá librar.
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(No olvides buscar en este mismo blog, la reflexión titulada: HAZ BUENOS PROPOSITOS PARA EL AÑO 2013, publicada el viernes 21 de diciembre 2012)
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