No te dejes engañar...
Tú no eres “del montón”...
No eres un número más en medio del inmenso conglomerado de la humanidad...
Tu vida en ningún momento ha pasado desapercibida ante Dios. Todos tus detalles están ante él.
Además, el hecho que tengas una cantidad enorme de defectos y debilidades, no te excluye de los grandes propósitos divinos. Si eres algo, es únicamente por la gracia incondicional que Dios tiene para ti.
Mira lo que dice la carta a los corintios al respecto, y aplícalo a tu vida:
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil de mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo, y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de nadie se jacte en su presencia.
1 Corintios 1:26-29
A pesar de tu necedad...
De tu debilidad...
De tu vileza...
De tu insignificancia...
De tu falta de todo...
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A pesar de todo esto, Dios te ha elegido para algo muy grande...
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Sin embargo entiende ahora, que no reúnes ningún merito o capacidad para desempeñar la misión que te ha sido encomendada.
Ha sido necesario que te confrontes con tu fracaso personal para que compruebes que no tienes de que jactarte de nada. Esas situaciones específicas por las que has estado atravesando en tu vida personal, son precisamente el medio del que Dios se ha valido para lo entiendas. ¡Y vaya que si lo has entendido!
La gloria es únicamente para Dios, bien lo sabes.
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Dios te conoce a la perfección.
Tu vida está bajo su atención constante.
¡Eres muy especial para él!
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Dios te ha traído a la existencia para que seas pieza clave en estos tiempos sin precedentes en la historia de la humanidad. Esa es la razón por la que te ha venido preparando durante este tiempo. Nada ha sido en vano, aun hasta los acontecimientos más insignificantes o contradictorios. Todo lo que has vivido, forma parte de su preparación...
Hasta esta fecha, Dios te ha estado preparando para que intervengas de manera oportuna en el escenario de la humanidad y cumplas con el propósito por el cual te trajo al mundo. ¡Tu existencia sobre la tierra no será en vano! ¡Tiene sentido!
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Tú, no eres del montón.
Eres pieza clave para los tiempos difíciles que se avecinan.
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