Has invocado a Dios desde la “cárcel” profunda. Lo has invocado desde esa situación en la que humanamente no puedes salir, pues las puertas ya se te cerraron completamente.
Has invocado a Dios con la firme certeza que te librará de todas las consecuencias de tus maldades. Todo lo hará por su gracia y por su misericordia, pero no porque lo merezcas.
Verás como el poder y soberanía sobrenaturales del Dios del universo, se cernirán sobre tus acontecimientos a partir de esta fecha, que sin lugar a dudas, será memorable para ti.
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Así es, a partir de esta fecha...
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Después de esta merecida y larga disciplina sufrida a lo largo de todos estos años, has entendido con claridad muchas cosas que antes tenías veladas. Has entendido que todo lo acontecido, no fue por la culpa de otras personas, sino porque tu lo provocaste.
Aplica a tu vida la experiencia reflejada en Lamentaciones 3:
Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo. Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz; Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día. Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos; edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo. Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo. Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas; Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración; cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos. Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos; torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado. Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta. Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba. Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días; me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos. Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza; y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien, y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.
Lamentaciones 3:1-18
Ahora, que humanamente tus esperanzas ya están totalmente perdidas, has reconocido la importancia de la fe y de la obediencia a la voz de Dios. Has entendido que si no te consumió, fue únicamente por su misericordia. Al respecto expresa el texto bíblico:
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Lamentaciones 3:22-23
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Es por la gracia y la misericordia de Dios que recibirás restauración total.
¡ESPERALA!...
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A partir de esta fecha, comenzarás a ver con mayor claridad como tu vida estará siendo encauzada hacia los propósitos que Dios planificó para ti desde toda la eternidad...
¿Qué hacer mientras tanto?
Sigue clamando para que la GRACIA, la MISERICORDIA, el PODER y la SOBERANIA del Señor, se continúen derramando sin parar hasta el final de tu existencia sobre la tierra.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6
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1 comentario:
Tomo esta palabra en el bendito nombre de Jesus.....y dare testimonio de tu grandeza !!!
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