Esta mañana me puse reflexionar sobre las bendiciones inmerecidas que Dios ha derramado a lo largo de toda mi vida, y la verdad que son numerosas. Estoy consciente que no las merezco bajo ninguna justificación.
En tu caso, ha sido lo mismo.
Si pusieras en una balanza todas las bendiciones que a lo largo de tu vida has recibido de parte de Dios, te darás cuenta que el platillo se inclina a tu favor.
Ningún acontecimiento en tu vida ha sido por casualidad. A cada paso que has dado, Dios ha tenido grandes cuidados sobre ti y te ha proporcionado el auxilio que has necesitado para el momento oportuno. ¡Acuérdate!
Por eso, no dejes que esos problemas actuales que tanto te afligen, te hagan olvidar todo cuanto Dios ha hecho y seguirá haciendo contigo.
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Tú no estás a la deriva.
Dios tiene total cuidado de ti.
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Sin que tú lo merezcas o seas incapaz, Dios te dará todo lo que ahora estas necesitando. ¡Él lo sabe, y quiere ayudarte!
Todo cuanto te suceda en los próximos días, será un motivo suficiente para que siempre descanses en la gracia, en la misericordia, en el poder y en la soberanía del Dios altísimo.
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Una vez más vas a testificar de los favores inmerecidos que Dios es capaz de derramar sobre tu vida.
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Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, pues cercano está tu nombre; los hombres cuentan tus maravillas.
Salmo 75:1
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1 comentario:
AMEN! que bendición sus palabras, tocan mi vida. Gracias José Alfredo Dios le bendiga.
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