Así es...
Tienes toda la libertad para decidir qué rumbo tomarán las consecuencias que propicies a partir de ahora:
Consecuencias de muerte o consecuencias de vida.
Veamos cada una de ellas.
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Consecuencias de muerte.
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Vendrán sobre ti, si te mantienes en abierta desobediencia a lo que Dios te ha mostrado.
Vendrán, si aun sabiéndolo, continúas en rebeldía deliberada a las pautas establecidas en su Palabra.
Dios te ha mostrado en días recientes, lo que te puede suceder si continúas en desobediencia a su voz. Sin embargo, eres libre para proceder. Nadie te detiene; ni él mismo siquiera, pero por eso permite que las advertencias las recibas por diversos medios en el momento oportuno.
Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Apocalipsis 3:1-3
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Consecuencias de vida.
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Vendrán sobre ti, si te dispones de todo corazón, vivir en conformidad a las pautas que Dios te ha mostrado en su Palabra. Tú sabes perfectamente en que áreas de tu vida has de enfocarte para propiciar consecuencias de bendición. Sabes que tienes que dejar, para que el proceso de autodestrucción se reoriente hacia un proceso de restauración.
Si propicias consecuencias de obediencia a la voz de Dios, comprobarás que se reflejarán a través de una vida plena en todas sus áreas. Será entonces cuando experimentes una enorme realización personal independientemente a las condiciones externas que te rodeen.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Josué 1:8
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¡ERES LIBRE!
Tú escoges.
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¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Romanos 6:15-16
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