viernes, 17 de febrero de 2012

GOZAS DE UN ENORME PRIVILEGIO.

A raíz del encuentro personal que tuviste con Jesucristo, llegaste a comprender que tu existencia sobre la tierra no se debe a una cadena de casualidades, sino que obedece a propósitos eternos que Dios diseñó para ti.
Ya todo estaba cuidadosamente planificado por él, para que en un tiempo y en un lugar especifico,  cumplieras con la gran tarea de transmitir sus palabras.

Gozas de un enorme privilegio.

Dios quiere que transmitas su palabra no desde una perspectiva teórica, sino desde tu propia experiencia.
Por ejemplo, no puedes hablar de la salvación en Cristo, si antes no has experimentado el “nuevo nacimiento” al creer en él; tampoco puedes hablar de la fe, si antes no has atravesado circunstancias en extremo imposibles que demanden creer en contra de todo pronóstico; no puedes hablar sobre la protección divina, si antes no has pasado por momentos de peligro. En otras palabras, no puedes hablar de la Palabra de Dios sin antes experimentarla en todos los aspectos de tu propia vida.
El apóstol Pedro en cierta ocasión dijo:

Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Hechos 5:29

Por eso antes de hablar, predicar o enseñar sobre la Palabra de Dios, es necesario que hayas experimentado su poder y su verdad en tu propia vida.
No en vano, has pasado a través de todas estas circunstancias que no le encuentras explicación...

Así que no tengas miedo.
Ve donde Dios quiere que vayas...
Ve donde Dios te lo ha mostrado...
No importa si es muy difícil o peligroso, pues independientemente al entorno, él mismo se compromete contigo en proveer todas tus necesidades  y defenderte de todo peligro que te amenace.
La promesa está dada:

Pues a sus ángeles mandara acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
Salmo 91:11

Tu misión sobre la tierra la tienes garantizada con la protección y provisión de Dios.

¡SIGUE ADELANTE!
Gozas de un enorme privilegio.

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