Hay una serie de “sin sentidos” que te hacen preguntar:
“¿Por qué?”... “¿Por qué?”... “¿Por qué?”...
“¿Por qué otra vez con lo mismo, cuando supusiste que ya estaba completamente superado?
Tienes razón...
Es tu reacción humana...
Pero también es necesario que ante tal situación se produzca en ti una reacción espiritual...
Entiéndelo ahora...
Aun en medio de la condición en la que estás enfrentando ahora, Dios ha prometido bendecirte...
Si te lo prometió así será...
Aunque no veas posibilidades de nada, porque si somos objetivos, no las hay...
Aunque todo se haya echado a perder y no sepas como recuperar lo perdido porque ya no hay recursos o a lo mejor es extremadamente tarde...
Aunque las cosas en lugar de mejorar se vayan complicando a cada momento, así como lo has comprobado en días recientes...
A pesar de todo, la bendición de Dios en tu vida será una realidad palpable…
Esto no se trata de un “auto lavado cerebral”. Se trata de declarar que Dios te dará lo que te prometió...
El no se echa atrás en lo que promete...
No miente y además es poderosísimo...
A ese punto quiere Dios que llegues a convencerte...
Al respecto dice su palabra:
Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
Números 23:19
Dios no te ha mentido...
Lo que sucede es que te está forjando en la fe y en la paciencia...
Te está enseñando a creerle aunque todo esté ahora totalmente al revés. ¡Y vaya que sí lo está!...
Te está enseñando a esperar en su tiempo, y no en el plazo que tú le has puesto...
Te está enseñando a obedecerle aunque las condiciones no se presten para ello...
Por eso ha tardado...
Ten la certeza que lo prometido llegará a tus manos...
Decláralo ahora aunque lo veas totalmente ilógico.
De eso se trata...
Mira el caso de aquellas personas que muy bien conoces, y que contra todo pronóstico recibieron el milagro porque creyeron, esperaron y fueron obedientes...
La evidencia la tienes ante tus ojos...
De la misma manera lo hará contigo, pero ya no dudes mas, ni te desesperes...
Tu esperanza en Dios ha de mantenerse firme, aunque la tempestad te azote siempre y cada vez con mayor fuerza...
¿O acaso tampoco recuerdas aquella ocasión cuando recibiste aquel milagro?
¿Y entonces?
Olvídate de las dependencias terrenales aunque te cueste mucho dejarlas, aunque las veas como fortalezas necesarias o como recursos claves para la solución que esperas...
OLVIDATE...!
Ya te percataste de muchas maneras que de nada te van a sacar, ya viste que no se pudo; y es que cuando Dios procede a favor de sus hijos, lo hace prescindiendo totalmente de lo que nosotros consideramos vital e importante...
Aun en medio de la desolación, Dios no te ha mentido...
El tiene su tiempo...
El todo lo gobierna a tu alrededor...
No cuestiones sus extraños procedimientos, él sabe porque los permitió...
De lo que sí puedes tener la plena certeza, es que a pesar de todo, vas a obtener la bendición prometida...
La obtendrás, pero será necesario que antes hayas comprendido muchas cosas que ahora estas comenzando a digerir...
Es muy duro, pero necesario...
Algo muy importante:
Mientras la bendición llega, no dejes de revitalizarte con la Palabra de Dios para que tu mente sea iluminada con su acción y sepas como proceder ante la situación que vives ahora...
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