EN ESTA FECHA, RECUERDALO

En esta fecha específica es necesario que tengas presente lo siguiente:

Dios te recuerda el motivo fundamental por el que naciste...

Fue Dios quien te apartó para él, desde antes de nacer...

Desde toda la eternidad incluso, ya conocía todo el rumbo que iba a tomar toda tu historia personal hasta el último día de tu vida aquí en la tierra; sin embargo, fue su GRACIA y su MISERICORDIA incondicional la que te rescató de la condición en la que te encontrabas...

No es por ningún merito propio, ni por tus capacidades, pues no las tienes; y eso lo sabes muy bien.

Por la gracia y misericordia de Dios eres lo que eres, y estás dónde estás, e iras donde siempre pensó ponerte; justo donde debías de estar desde hace mucho tiempo. Dios mismo se encargará de mover todos los acontecimientos a tu favor con ese propósito...

Es por su gracia y misericordia que estás dando muy buenos frutos de bendición para muchas personas que ni siquiera conoces personalmente...

¡Cuando lo ibas a imaginar!

¡Jamás!

Tampoco olvides que Dios no te ha tratado conforme a tus malas acciones pasadas, sino conforme a su misericordia; pues de ser así, quien sabe cómo y dónde estuvieras...

Tenlo siempre presente para que no caigas en la soberbia ni en la vanagloria...

Recuerda aquella porción bíblica que dice así:

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.

Lamentaciones 3:22-23

Recuerda también que a pesar de todo lo malo que insistentemente cometiste en el pasado, Dios anuló los juicios que tenía contra ti...

Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos...   nunca más verás el mal.

Sofonías 3:15

Ya no le temas a las consecuencias que propiciaste con tu rebeldía deliberada a su voz, pues, Dios desde un principio conoció tu corazón arrepentido y dispuesto a vivir en el centro perfecto de su voluntad.

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.

Isaías 43:18

Ya deja de estarle dando vueltas a lo mismo, ya no te mortifiques en ello. Acuérdate la vez que esta misma palabra te fue confirmada en tiempos pasados...

Dios contigo ha hecho un “borrón” total...

Ya todo quedó olvidado...

Ya te perdonó por los meritos de Jesucristo en la cruz, y hoy también te lo vuelve a decir:

Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

Isaías 43:25

Dios mismo te lo dice personalmente...

No tienes por qué dudar ni temer más por ello...

Mira que palabra más reconfortante para ti...

Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.

Oseas 14:4

Esa misma promesa que Dios le hizo a la nación de Israel, a pesar de su infidelidad, es la misma que te hace a ti en esta fecha:

Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.

Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.

Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano.

Oseas 14:5-7

De lo que has de tener la plena certeza es cuando llegues al final de tu carrera por la tierra, partirás con la satisfacción que hiciste lo que tenías que hacer.

Partirás sin tristeza...

Partirás sin nostalgia...

Partirás sin frustración, pues tus sueños no quedaron truncados, mientras tanto sigue haciendo lo que Dios te ha encargado...

En el tiempo que te queda en la tierra, estarás en reposo y en paz aunque tengas que pasar por situaciones muy críticas a tu alrededor, pues las habrán...

Pero tú, sigue, pues aun hay camino por delante...

Aun todavía, Dios tiene planeado hacer cosas muy grandes contigo...

Una vez más, hoy en esta fecha, Dios habló contigo de manera puntual y personalizada...

¡Cuánto te ama Dios!

De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.

Isaías 63:7