martes, 26 de julio de 2011

DIOS Y TUS LIMITACIONES NATURALES.

A través de diversas circunstancias vividas hasta hoy, Dios ha permitido que te confrontes con tus limitaciones naturales, lo que te ha llevado a aceptar de ti lo siguiente:

PRIMERO.
No tienes mérito alguno para asumir la misión que Dios te ha encomendado.
Te das cuenta que en realidad no eres tan diligente como tu creías  y además te percatas de tu inconstancia en una vida de obediencia radical a la voz de Dios.
Ninguna razón o acción personal puede justificarte delante de Dios, sin embargo entiendes que eres lo que eres y tienes lo que tienes por su gracia incondicional para contigo.
El llamado de Dios para tu vida sigue en pie desde toda la eternidad y entiéndelo, no es por méritos o capacidades. Lo único quiere de ti es disposición total.

SEGUNDO.
Tus propios esfuerzos para llevar una vida de santidad, dejan en ti,  mucho que desear, pues te das cuenta que tus inclinaciones naturales siempre te traicionan. Lo acabas de comprobar...
Siempre te propones quitar de ti todos esos estorbos que te debilitan, pero al final no puedes, aunque por ello enfrentes consecuencias desastrosas.
Te propones en tus fuerzas hacer las cosas a la manera de Dios, pero al final del día te diste cuenta que son tus debilidades las que te vencieron.
No tienes las fuerzas para cerrar las puertas que deben de estar cerradas, pues una vez entras en ellas, difícilmente sales...

TERCERO.
Nadie puede suplir ni satisfacer tus necesidades espirituales, emocionales, físicas y materiales. Únicamente Dios.
Entiendes que nada ni nadie sobre la faz de la tierra puede satisfacerte como Dios lo hace.
¡Cuánto te costó entenderlo!

CUARTO.
Sientes la necesidad de buscar a Dios con mayor intensidad por medio de la oración y la reflexión de su Palabra.
Se trata de una sed insaciable que tienes en buscarle de día y de noche, porque sabes que si no es por la asistencia sobrenatural de su Espíritu nada puedes realizar.

QUINTO.
Sientes la necesidad de ponerte incondicionalmente bajo las órdenes de Dios para a que pesar de tus limitaciones e incapacidades sus propósitos eternos sean cumplidos en ti y por medio de ti...

SEXTO.
Estás consciente de tu misión sobre la tierra y no la evadirás a pesar de tus limitaciones e incapacidades.
Estás consciente que te corresponde servir al Señor con humildad de corazón, en una constante dependencia de su gracia y su poder sobre ti.
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Medita a continuación lo que el apóstol Pablo escribió con respecto al aguijón que tenía en su carne y aplícalo a tu vida:

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:7-10

1 comentario:

Sandra dijo...

Y asi exactamente es, al fin aprendi Dios es Suficiente, EL es todo y sin EL no soy nada ni puedo hacer NADA, por que EL ES TODO!!!!!!