No tengas miedo ante los acontecimientos que ahora estás viviendo, después comprenderás que en cada circunstancia vivida a lo largo de toda tu historia personal, la acción inesperada y soberana de Dios intervino a tu favor para cumplir en ti sus promesas.
"Toda la gloria sea para Dios,
quien puede lograr mucho más
de lo que pudiéramos pedir o
incluso imaginar mediante
su gran poder, que actúa en nosotros"
Efesios 3,20
Dios ha escuchado tu oración, cree que así es, y que intervendrá a tu favor dando evidencias irrefutables ante los demás de su poder sobrenatural y transformador. Por lo tanto, teniendo esa firme convicción, continúa orando con la plena seguridad que él te responderá.
"Oh Dios, a ti dirijo mi oración
porque sé que me responderás;
inclínate y escucha cuando oro"
Salmo 17, 6
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