Que el Espíritu Santo nos impulse a buscar su presencia en oración.
Que el Espíritu Santo nos impulse a nutrirnos de la Palabra de Dios.
Que el Espíritu Santo nos impulse a consagrarnos a Dios.
Que el Espíritu Santo nos impulse a ser medios de bendición para nuestro prójimo.
Que el Espíritu Santo nos impulse a llevar una vida intachable.
Que el Espíritu Santo nos impulse a no retroceder ante los obstáculos.
Que el Espíritu Santo nos impulse a mantenernos firmes y constantes en la adversidad.
Que el Espíritu Santo nos impulse a permanecer en la voluntad de Dios.
Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos, y quien los ayuda a llevarlos a cabo.
Fil 2,13
No hay comentarios:
Publicar un comentario