Repentinamente, el poder y la majestad de Dios se van a manifestar en tus acontecimientos; tú no estás a la deriva, nadie tiene el control sobre ti aunque piense que lo tiene, ningún plan en tu contra se concretará.
Descansa en el Poder y
la Majestad de Dios.
Mantente firme en él
Nadie ha hecho el arma
que pueda destruirte.
Dejarás callado a todo
el que te acuse
Is 54,17
Dios te socorrerá, no lo dudes ni un tan solo instante, después lo habrás comprobado
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