Al entrar
por la puerta de salvación que Dios ofrece por medio de Jesucristo, recibes de
él la amnistía que te libera de tus pecados pasados; Jesucristo es la puerta de
salvación para tu alma, no porque lo merezcas, sino por su gracia incondicional
para contigo.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, recibes el perdón total de
todos tus pecados; pero agregado a ello, todas las áreas de tu vida comienzan a
ser transformadas por la acción sobrenatural del Espíritu Santo y tu historia
personal comienza a ser reorientada hacia el rumbo correcto.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, las consecuencias que
generaste con tus decisiones equivocadas se frenan y se comienza a operar un
proceso de restauración, aunque para ello te sea necesario pasar por
situaciones incomprensibles y dolorosas.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, las fuerzas malignas que
te acosan continuamente son frenadas.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, todos los acontecimientos
suceden para tu bien, aunque muchas veces no los aceptes o comprendas.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, un gozo y una paz
indescriptible inundan tu alma; ningún complejo de culpa ni acusación que hagan en tu contra te la alterará.
Cuando te abandonas bajo la amnistía que
Dios te ofrece por medio de Jesucristo, crees con el corazón las
siguientes palabras...
“Tu fe te
ha salvado; ve en paz”
Marcos 5:34
Se trata de una amnistía constantemente
inmerecida y perdurable que llevará a
feliz término la obra comenzada en ti; es por su misericordia que cerrará con broche de oro tu historia
personal.
“Con amor
eterno te he amado;
por tanto,
te prolongué mi misericordia”
Jeremías 31:3
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de
todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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