Por medio del
acto redentor de Cristo en la cruz, somos declarados limpios de todo pecado.
¡Limpios por
medio de la sangre de nuestro Señor Jesucristo!
“Sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino
con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación”
I Pedro 1:18-19
“En
quien tenemos redención por su sangre,
el
perdón de pecados”
Colosenses 1:14
El sacrificio de Cristo basta.
No hay nada con
que podamos retribuirle a Dios por el perdón de los pecados. No hay sacrificio humano, no hay obra adicional que podamos hacer. ¡El sacrificio de Cristo
basta!
Lo único que
podemos hacer es presentarnos ante él así tal y como somos reconociendo nuestra
absoluta necesidad de su GRACIA y su PODER transformador.
“Y me ha dicho (El Señor): Bástate mi GRACIA;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de
Cristo”
2 Corintios 12:9
“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin
caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único
y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia,
ahora y por todos los siglos. Amén”
Jud. 1:24-25
---------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario