Dios permitió que permanecieras en la aridez y en la soledad del “desierto” para consumir de ti todos los estorbos que te impedían reflejar una fe auténtica.
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¡Ahora lo entendiste!
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Fue necesario que pasaras por ese intenso proceso disciplinario de parte de Dios. Su palabra te lo confirma:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.
Hebreos 12:5-6
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¡Ahora lo entendiste!
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Pero depende de ti, que este proceso no continúe. ¡Ya viste las consecuencias que esto produjo!
Depende de ti, para que a partir de ahora tu desierto se comience a transformar en paraíso.
Depende de ti, para que tomes a partir de ahora la determinación de no volver atrás y de mantener una mayor atención a su Palabra.
Vale la pena crear las condiciones para que Dios comience, a partir de esta fecha, un proceso precioso de restauración.
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Mira que promesas más grandes las que Dios te hace ahora.
Aplícalas a tu contexto personal.
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Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.
Isaías 51:3
El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en el calabozo, ni le faltará su pan.
Isaías 51:3
Así dijo Jehová tu Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira; nunca más lo beberás.
Isaías 51:22
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A PARTIR DE HOY, DIOS PUEDE COMENZAR A TRANSFORMAR TU DESIERTO EN PARAISO.
¡Depende de ti!...
¡Tú decides!...
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1 comentario:
Amén!
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