¿Cómo arraigar la Palabra de Dios
en nuestro interior?
Dedicando
un tiempo diario de reflexión en su contenido bajo un clima de oración; es
necesario que su acción viva y eficaz transforme nuestra forma de pensar, de
sentir y de proceder.
“Porque la
palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
Hebreos
4:12
Cuando la Palabra de
Dios permanece arraigada en nuestro interior, se
producen convicciones firmes en su contenido y nos da la capacidad para
digerirla correctamente.
“La exposición
de tus palabras alumbra,
hace entender a los simples”
Salmo
119:130
Cuando la Palabra de
Dios permanece arraigada en nuestro interior, se
produce un rechazo espontáneo a todo estilo de vida pecaminoso.
“En mi corazón
he guardado tus dichos
para no pecar contra ti”
Salmo
119:11
Cuando la Palabra de
Dios permanece arraigada en nuestro interior, produce gozo continuo
sobre todas las riquezas terrenales.
“Me he
gozado en el camino de tus testimonios
más que toda la riqueza”
Salmo
119:14
Cuando la Palabra de
Dios permanece arraigada en nuestro interior, produce consuelo
permanente sobre toda aflicción, tristeza y desilusión.
“Tu Palabra
es mi consuelo en la aflicción,
porque tu dicho me ha vivificado”
Salmo
119:50
NECESITAMOS LA PALABRA DE DIOS ARRAIGADA EN EL
CORAZÓN.
“De cierto,
de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida”
Juan 5:24
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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