Desde el momento que llegas ante Dios con un corazón contrito y confiesas tus pecados, éstos son borrados para siempre con la sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios.
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Isaías 43,25
Una de las consecuencias de su perdón, es que se comienza a operar un proceso de restauración de las diversas áreas de tu vida. Todo lo hace nuevo...
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Isaías 43,19
Dios, en su misericordia te levanta de las malas consecuencias que generaste en el pasado y te abre las puertas hacia una nueva etapa de tu vida.
Cuando Dios perdona, olvida
Cuando Dios perdona, restaura
No hay comentarios:
Publicar un comentario