Es Dios, no es la suerte o las coincidencias.
Es Dios, quien no deja de gobernar los escenarios donde te
encuentras ahora, todo lo que te está sucediendo se mueve bajo su perfecta
soberanía.
Ese acontecimiento tan significativo y repentino vivido por ti en días
recientes (tu sabes cuál es), no es
fruto de una acción improvisada de Dios, sino que es parte del proceso de restauración
que está operando sobre tu vida.
Dios sabe cómo va conduciendo tu barco en altamar, él es su capitán; y
ahora te recuerda que te conduce a puerto seguro aunque las tormentas se hayan
levantado con furia. Su presencia activa y constante se mantiene sobre ti,
ahora.
Nada te sucede por suerte ahora durante el trayecto de tu navegación,
pero sí es necesario que hagas uso de la brújula que te permitirá mantenerte en
el rumbo correcto, la Palabra de Dios; no trates de sustituir el criterio y la acción
del capitán, aunque te parezcan ilógicos sus procesos, él hará lo que tú no
puedas resolver.
Deja que sea Dios quien conduzca tu barco, no te defraudará, todo
sucederá para tu bien, llegarás donde ya lo determinó.
¡DESCANSA EN LOS PROCESOS DE DIOS!
¡DEJA QUE ÉL CONDUZCA TU BARCO!
“Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios”
Salmo 40:6
----------------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz
de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra”
Hechos 13:47.
No hay comentarios:
Publicar un comentario