Un encuentro
personal con Dios por medio de Jesucristo lleva a un cambio radical y evidente
de actitudes como consecuencia de un arrepentimiento genuino.
El
arrepentimiento genuino se evidencia en un dolor intenso por haberle fallado a
Dios y al prójimo; pero también, por la firme determinación de no volver atrás
mediante una vida coherente con las enseñanzas de Jesucristo, dependiendo de su
Gracia incondicional y su Poder transformador.
Que el
tiempo de vida que te reste sobre la tierra, se refleje en una vida coherente
con los principios de la Palabra de Dios.
“No
vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”
1 Pedro 4:2
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la
tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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