“TE DI POR PROFETA A LAS NACIONES” (Jeremías 1:5)

Dios te ha llamado para una misión privilegiada sobre la tierra: Sembrar su Palabra en el corazón de las personas; él te conoce desde siempre y tomó la iniciativa para escogerte y llamarte.

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”

Jeremías 1:5

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”

Juan 15:16

Sin embargo, te rodean una serie de limitaciones e incapacidades diversas que impiden desarrollarte como quisieras, te frustras al comprobar tu incoherencia total de vida... ¡Continuamente lo compruebas!

Y sin embargo...

Dios se mantiene fiel en su llamado.

“Fiel es el que os llama”

1 Tes 5:24

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Pero, pon de tu parte...

¿Qué te corresponde hacer entonces?

Pídele a Dios que te levante de tu condición improductiva, extiende tus manos hacia él reconociendo tu necesidad continua.

Ponte bajo las órdenes incondicionales de Dios para que haga de ti un medio productivo de difusión de su Palabra.

Llénate de la Palabra de Dios continuamente para que su acción transformadora llegue hasta lo más profundo de tu ser, produzca convicciones firmes de su verdad absoluta y la siembres con eficacia en los corazones.

Que los espejismos del mundo o las pruebas de la vida no te desenfoquen de la misión que te ha sido encomendada.

Descansa con gozo esperando en las promesas de Dios aunque todo lo tengas en contra y no veas posibilidades favorables.

Descansa en la gracia y en la misericordia de Dios sobre tu vida con la firme certeza que hará de ti un poderoso medio de difusión de su Palabra.

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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO

PENSEMOS EN DIOS.

Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

Hechos 13:47.

Usa tus redes sociales para ese propósito...

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“MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ, DICE EL SEÑOR” Rom 12:19

Todos los que claman insistentemente a Dios para que les haga justicia ante las atrocidades que reciben de los malignos, deben creer que sí la aplicará con todo su rigor.

“Ciertamente en el Eterno Dios está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados”

Isaías 45:24

Los gobernantes injustos y corruptos que tanto daño han cometido a lo largo de todos los siglos, ya tienen su sentencia escrita; ni siquiera la muerte podrá evitarlo.

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”

Apocalipsis 20:11-13

El verdadero juicio, no va de acuerdo con el método de los hombres, ni el tiempo establecido por ellos, va de acuerdo al tiempo y al método de Dios.

“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”

Romanos 12:19

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José Alfredo Liévano.

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“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

Hechos 13:47.

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ANTE FALSAS ACUSACIONES...

Dios sí ha escuchado la oración sincera que ha brotado de tu corazón abatido ante tantas acusaciones que recibes de tus “jueces”, acusaciones de aquellos que te hacen pedazos con sus comentarios y que ignoran lo que realmente hay en el fondo de tu alma.

ANTE TANTAS ACUSACIONES...

Dios te envía su Palabra oportuna.

¡Créela!

¡Atesórala!

“Bástate mi gracia; porque

mi poder se perfecciona en la debilidad”

2 corintios 12:9

“Con amor eterno te he amado;

por tanto, te prolongué mi misericordia”

Jeremías 31:3

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

Juan 14:27

Dios es testigo de lo que realmente hay en tu corazón...     Es testigo que no quieres hacer maldad...     Es testigo de los  resultados de tus luchas vanas contra las debilidades que continuamente te derriban...     Es testigo de la disposición que tienes para avanzar al tenerlo todo en contra...     Es testigo de tus pensamientos, intenciones y acciones.

Todo lo anterior es imposible que lo sepan con certeza tus “jueces”, es por eso arremeten sin piedad en tu contra.

“A Dios le es manifiesto lo que somos”

2 Corintios 5:11

ANTE TANTAS ACUSACIONES...

Ampárate bajo la Gracia de Dios

Ampárate bajo su Misericordia.

Todo lo bueno que recibes de él, no se debe a tus méritos personales, sino a los méritos de Jesucristo en la cruz; es por su Gracia

Todo lo malo que NO te ha llegado y que en realidad deberías enfrentar, se debe a su misericordia infinita.

“Justificados, pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”

Romanos 5:1

“Estando ya justificados por la sangre de Jesucristo;

por él, seremos salvos de la ira”

Romanos 5:19

ANTE TANTAS ACUSACIONES...

Dile al Señor:

“Socórreme y líbrame en tu justicia;

Inclina tu oído y sálvame”

Salmo 71:2

Espera en su Gracia y Misericordia.

Espera en su Poder transformador.

Espera en su Soberanía perfecta.

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José Alfredo Liévano.

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¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

Hechos 13:47.

“LA SENDA DE LOS MALOS PERECERA” (Salmo 1:6)

Cuesta trabajo comprender y aceptar que un día, no sabemos cuándo, todas las cosas dejaran de existir; serán consumidas por el fuego del juicio de Dios...     ¡Así está escrito en la Biblia!

“Los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios. Pero el día del Señor llegará tan inesperadamente como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio. Dado que todo lo que nos rodea será destruido de esta manera, ¡cómo no llevar una vida santa y vivir en obediencia a Dios, esperar con ansias el día de Dios y apresurar que este llegue! En aquel día, él prenderá fuego a los cielos, y los elementos se derretirán en las llamas. Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios”

2 Pedro 3:10-13

(NTV)

Muchos lo consideran tan lejano e irrealizable, que lo llegan a considerar como una manipulación para “meterle miedo” a las personas; sin embargo, si Dios lo ha dicho, es porque tiene determinado hacerlo en el día establecido por él.

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”

Hechos 17:30-31

Sucederá de repente.

¡Hay que estar preparados!

“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”

Lucas 21:34-36

“Fortaleceos en el Señor,

y en el poder de su fuerza”

Efesios 6:10

“Tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir el día malo, y habiéndolo acabado todo, estar firmes”

Efesios 6:13

¡Mantente firme!

¡No te dejes llevar por malas influencias!

“Por eso, queridos hermanos, estén prevenidos y precavidos para que no sean arrastrados por los engaños de los hombres sin principios, y pierdan su firmeza”

2 Pedro 3:17

“Sed sobrios y velad en oración”

1 Pedro 4:7

No tendrás que temer ante lo que viene si te mantienes firme en los principios de la Palabra de Dios.

“El Eterno Dios conoce el camino de los justos;

más la senda de los malos perecerá”

Salmo 1:6

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José Alfredo Liévano.

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“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

Hechos 13:47.

FUNDAMENTA TU SEGURIDAD EN DIOS.

No fundamentes tu seguridad en los recursos terrenales o personas, fundaméntala en el Dios Eterno creador y sustentador del universo;  apóyate en él con la firme convicción de que no fracasarás...    ¡Nadie más puede brindártela!

“Yo, yo el Eterno Dios,

y fuera de mi no hay quien salve”

Isaías 43:11

Necesitas creer ahora de que nadie será capaz de estorbar lo que Dios haga a tu favor, por muchas dificultades y obstáculos infranqueables que te pongan en tu camino.

“Aun antes que hubiera día, yo era;  y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿Quién lo estorbará?”

(Isaías 43:13)

Necesitas creer ahora de que nadie será capaz de estorbar lo que Dios haga a tu favor, aunque las amenazas de destrucción te acosen día y noche.

“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; 

aunque contra mí se levante guerra”

(Salmo 27:3)

FUNDAMENTA TU SEGURIDAD EN DIOS.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Eterno Dios, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda”

Salmo 121:1-3

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José Alfredo Liévano.

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“NO TEMAS POR LAS PALABRAS QUE HAS OIDO” (2 Reyes 19:6)

¿A QUIEN LE CREERAS?

¿A Dios, quien te dice la verdad?

O ¿A las personas que te juzgan?

Las personas que te juzgan no conocen lo que piensas y sientes, únicamente Dios; es él quien escudriña las intenciones de tu corazón.

“El Eterno Dios escudriña los corazones de todos,

y entiende todo intento de los pensamientos”

1 Crónicas 28:9

Ignora las palabras con las que continuamente te juzgan, y aférrate a lo que Dios te ha confirmado en sus promesas. Aunque todos al unísono te señalen con el dedo y se pongan en tu contra, no temas, no les creas...     ¡Créele a Dios!

 “Nadie está en condiciones de conocer ni juzgar el corazón de otra persona” (Nuestro pan diario. Marzo 26, Edición 2019)

“NO TEMAS POR LAS PALABRAS

QUE HAS OIDO”

2 Reyes 19:6

No te desesperes ante la lluvia de palabras condenatorias en tu contra, no trates de convencerles con argumentos para justificarte; tu causa está descansando en las manos del Dios viviente.    Él, en su tiempo, te hará justicia. Sigue haciendo las cosas de acuerdo a las enseñanzas recibidas en su Palabra.

“Aguarda al Eterno Dios; esfuérzate,

y aliéntese tu corazón; sí, espera al Eterno Dios”

Salmo 27:14

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José Alfredo Liévano.

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