Que la
brevedad de tu vida terrenal no te cause temor ni tristeza, sino esperanza. Ten presente las palabras
fieles y verdaderas que Jesucristo te ha confirmado en muchas ocasiones...
“No se turbe
vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis. Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber
el camino? Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
Juan 14:1-6
Recuerda que tú
le perteneces a Dios, te ha creado para él, es la causa directa de tu existencia;
y es por medio de Jesucristo que te ha
concedido la garantía de preservarte para toda la eternidad.
“En Cristo
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria”
Efesios 1:13-14
Pensar en la muerte debe producirte esperanza.
¡Atención a las siguientes palabras!
“Tampoco queremos, hermanos, que
ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros
que no tienen esperanza. Porque si
creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que
durmieron en él. Por lo cual os decimos
esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta
la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor”
1 Tesalonicenses
4:13-17
¡Mucho cuidado! Que los
espejismos terrenales no te hagan perder la noción de la realidad eterna de
Dios manifestada en la persona de Jesucristo, quien vino al mundo para darte identidad
y ciudadanía celestial.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos
al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el
poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”
Filipenses
3:20-21
¡NO PIERDAS DE VISTA LA GLORIOSA ESPERANZA!
¡Prosigue a la meta!
“Pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús”
Filipenses 3:13-14
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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1 comentario:
Que bueno esperar con alegría al señor...
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