No hables mal
de las personas que “te caen mal”; al hacerlo manchas su honor y su reputación
creando falsos prejuicios sobre ellas.
No desahogues
tus enojos o incomprensiones hacia los demás juzgándoles de acuerdo a tus percepciones;
tú no sabes lo que realmente hay en su interior.
¡Solo Dios conoce los corazones!
¡Él es el único juez!
“Pero tú, ¿Quién eres para que juzgues a
otro?”
Santiago 4:12
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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