Nuestro
Señor Jesucristo nos da el siguiente consejo:
“Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
Mateo 26:41
El
contexto en el que Jesús dijo estas palabras, fue en la víspera de su pasión; sin
duda alguna, una situación extremadamente difícil que superaba toda fuerza
humana.
Así
también, hemos de estar preparados para enfrentar situaciones difíciles e
imposibles que superan nuestras fuerzas, y la única manera para lograrlo es cultivando
nuestra vida espiritual... ¡No se
puede de otra manera!
Uno de
los primeros resultados de la oración, será la necesidad incontenible de
reflexionar en las páginas de la Sagrada Escritura y de proceder conforme a sus
principios.
¡NECESITAMOS ORAR!
De acuerdo
con las profecías bíblicas, sabemos que al mundo le aguardan situaciones
extremadamente difíciles y peligrosas, estamos viviendo en medio de “los principios de dolores” así como lo
anunció nuestro Señor Jesucristo; por eso es importante que alimentemos nuestro
Espíritu y los fortalezcamos constantemente... ¡No se valen las pausas!
Necesitamos
estar preparados espiritualmente para enfrentar situaciones que superan
nuestras fuerzas humanas.
Tomemos en serio el siguiente consejo...
“Por lo demás, hermanos míos,
fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis
resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”
Efesios 6:10-13
¡NECESITAMOS ORAR!
No
hacerlo equivale caer en un cristianismo NO definido, sin convicciones; un
cristianismo permisivo y dispuesto a amoldarse a los criterios del mundo.
Cristiano
que no se fortalece espiritualmente, es un cristiano derrotado, sin un
propósito definido; es alguien que se conforma con cumplir los servicios
semanales de su iglesia y de “irla pasando”.
Los tiempos
difíciles y peligrosos que vienen requerirán de cristianos convencidos en la
Palabra de Dios; pero eso, únicamente se logrará mediante una vida de oración y
de reflexión bíblica.
Atención a las siguientes palabras de nuestro Señor
Jesucristo...
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente.
¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente,
te vomitaré de mi boca”
Apocalipsis 3:15-16
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¡NECESITAMOS ORAR!
¡Comencemos ya!
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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