lunes, 25 de septiembre de 2017

LA MUERTE NO ES EL FINAL...


Pensar en la muerte, no nos debe producir angustia ni temor; para los hijos de Dios, morir NO es el final...     ¡Es el inicio de una nueva y definitiva vida!

Al respecto, nuestro Señor Jesucristo nos dice...

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis
Juan 14:1-3

El apóstol Pablo, lo confirma en su carta...

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él
1 Tesalonicenses 4:13-14

Todo será nuevo y definitivo para quienes creemos en Jesucristo como Señor y Salvador; el apóstol Juan, cuando estaba exiliado en la isla de Patmos recibió una poderosa visión de ese maravilloso lugar.

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar no existía más...     Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas
Apocalipsis 21:1, 4-5

No se trata de una utopía...
¡Es un mundo real!

Pídele a Dios que su Espíritu quite de ti todo temor y angustia ante la muerte: que te dé la certeza sobrenatural de tu identidad celestial y de tu destino eterno...

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!     El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse
Romanos 8:15-18


Dios te creó para propósitos eternos...
¡Te creó para él!






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.


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