Da la impresión que todos tus acontecimientos son
impuestos por el azar...
Da la impresión como que si fueras en una barca a la
deriva en medio de toda clase de tempestades que te hunden sin remedio...
Sin embargo, todo lo que te sucede ahora forma parte
de un proceso que va encaminado al cumplimiento de los propósitos eternos que
Dios tiene para tu vida.
“Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados”
Romanos 8:28
Es en medio de este inexplicable proceso cuando debes
recordar que Dios es el fundamento de tu seguridad temporal y eterna; no es el
dinero ni las posesiones materiales. ¡Es
Dios! Necesitas fundamentar tu vida en él.
¿Cómo fundamentar
tu vida en Dios?
Creyendo que él se manifestó al mundo por medio de
Jesucristo para mostrarte su VERDAD y salvarte de la muerte eterna por medio de
su sacrificio en la cruz.
Atesorando su Palabra fiel y verdadera en tu corazón
aunque todo a tu alrededor amenace destruirte. ¡Necesitas creerle!
Viviendo en obediencia a sus lineamientos revelados en
la Biblia.
“No
serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados”
Salmo 37:18
Fundamenta tu vida
en Dios...
No le tengas miedo a las circunstancias que te
amenazan ahora (tú sabes cuales son...).
No dudes... No
reniegues... No temas...
Fundamenta tu vida
en Dios...
Él tiene el control de todo aunque no comprendas nada
de lo que pasa o pueda pasar, aunque no haya perspectivas humanas de solución.
Fundamenta tu vida
en Dios...
No serás víctima de las circunstancias adversas aunque
todos te cuestionen, te desanimen y se burlen de tu condición.
Fundamenta tu vida
en Dios...
Él ya planificó la solución a tu problema actual
aunque no veas ni un tan solo rayo de esperanza; no permitirá que nada ni nadie
tome control de tu vida; irá delante de ti para guiarte y defenderte.
Fundamenta tu vida
en Dios...
Aunque todo empeore a tu alrededor y se vengan en tu
contra toda clase de males.
Aplica para ti las siguientes palabras que vienen del corazón
de Dios:
“Nadie
te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés,
estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente;
porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus
padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para
cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te
apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas
las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”
Josué 1:5-9
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José Alfredo Liévano
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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