La situación mundial se
pondrá peor. La desobediencia deliberada y
generalizada ante la Palabra de Dios está propiciando las consecuencias. Sin
duda alguna estamos viviendo el contexto de los tiempos de Noé.
“Y vio Jehová
que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.”
Génesis 6:5.
“Y miró Dios
la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido
su camino sobre la tierra.”
Génesis 6:12.
Es imposible que Dios
respalde todo proyecto y acción que se oponga a sus principios, a menos que se
produzca un genuino arrepentimiento reflejado en frutos palpables.
“¿Quién os enseñó a huir de la ira
venidera?
Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento.”
Lucas 3:7-8
El llamado al arrepentimiento se está proclamando hacia todos los
rincones del planeta, pero la mayoría hace mofa de tal invitación; prefiriendo
las tinieblas a la luz.
Es mentira...
Las cosas no mejorarán en el mundo.
La maldad se incrementará en grandes dimensiones.
Nuestro Señor
Jesucristo, lo profetizó con claridad...
“Y por haberse multiplicado la maldad,
el amor de muchos se enfriará.”
Mateo 24:12.
El apóstol Pablo lo
confirma...
“También
debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos
evita.”
2 Timoteo 3:1-5
Dios conoce el futuro;
por eso nos previene desde antes que las cosas sucedan.
“Ya os lo he dicho antes.”
Mateo 24:25
Dios nos previene para
que recordemos continuamente sus palabras, nos mantengamos firmes en ellas y
las difundamos por todos los medios posibles.
“Mirad
también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz
de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante
del Hijo del Hombre.”
Lucas 21:34-36.
No temas ante lo que
vendrá.
Dios ha prometido preservarte en medio de todo peligro y situación
difícil.
“Por cuanto
has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de
la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran
sobre la tierra”
Apocalipsis 3:10.
Así como en ocasiones pasadas Dios intervino milagrosamente a tu favor y
te abrió caminos por donde no los había, con mayor razón y de igual manera lo
hará esta vez.
Ante lo que vendrá, ten
en cuenta las siguientes palabras que Dios te recuerda y aplícalas para tu vida:
“Jehová peleará por vosotros,
y vosotros estaréis tranquilos.”
Éxodo 14:14.
“No temáis ni os amedrentéis delante de
esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.”
2 Crónicas 20:15.
“Porque yo ampararé a esta ciudad para
salvarla.”
Isaías 37:35
“Cuando pases
por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando
pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Isaías 43:2
Que el Espíritu Santo
te ayude a recordar todas las promesas que Dios te ha hecho, para que cuando el
momento llegue descanses en él. Podrás entonces exclamar con toda certeza:
“A Jehová he puesto siempre delante de
mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido.”
Salmo 16:8
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