Nuestro Señor
Jesucristo compara la Palabra de Dios con una semilla que ha sido sembrada en
el interior del corazón; lo afirma con claridad: “La semilla es la palabra de Dios” (Lucas
8:11), por eso es necesario contrarrestar todo estorbo interno y externo que
impida su desarrollo y su posterior fructificación. Hay al menos tres estorbos
que lo impiden:
1. La
incredulidad.
2. La ansiedad.
3. La
desobediencia.
LA
INCREDULIDAD.
De acuerdo a la
parábola del sembrador, nuestro Señor Jesucristo dice: “Y los de junto al camino son los que oyen, y
luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se
salven” (Lucas 8:12). No cuestiones el contenido de la Palabra de
Dios, el hecho que tu lógica no logre procesarla, no quiere decir que sea
falsa. La “lógica” de Dios es inalcanzable e inaccesible. “¿Quién enseñó al
Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?... ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o
qué imagen le compondréis?... ¿A qué,
pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo... Levantad en alto vuestros ojos, y mirad
quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus
nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su
dominio... ¿No has sabido, no has
oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance” (Isaías 40:13,18, 25-26, 28)
LA
ANSIEDAD.
Continúa
diciendo el Señor: “Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben
la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en
el tiempo de la prueba se apartan” (Lucas 8:13). No pongas tu esperanza en las personas,
circunstancias o dinero; al igual que tú, todos estos recursos son vulnerables.
Tu esperanza está en Dios y en sus
promesas. “Porque todas las promesas de Dios son en él
Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2
Corintios 1:20). No te afanes, ni te
angusties por aquello que no puedes alcanzar. “Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).
LA
DESOBEDIENCIA.
También dice el
Señor: “La que
cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los
afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (Lucas
8:14). Cuidado con los espejismos
que te hacen perder la noción de la realidad de Dios, de tu identidad
espiritual, de tu misión sobre la tierra y de tu destino eterno; todo esto te
puede llevar a desechar los lineamientos del cielo y enfrentar consecuencias
posteriores. La desobediencia te
aparta de la comunión con Dios. “Porque el
mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las
reprensiones que te instruyen... Hijo
mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos. Guarda mis
mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos. Lígalos a tus
dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón... Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos
a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en
sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han
sido muertos por ella. Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de
la muerte” (Proverbios 6:23; 7:1-3, 24-27).
Incredulidad...
Ansiedad...
Desobediencia...
Tres actitudes
que pueden desencadenar diversos pecados, y con ellos una vida oscura y sin
sentido. Necesitamos determinación para desecharlas, pero en nuestras fuerzas
resulta imposible hacerlo; por eso es necesario pedirle a Dios que su Espíritu
en nosotros lo haga posible.
NECESITAMOS SER BUENA
TIERRA.
“La que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y
recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”
Lucas
8:15
--------------------------
José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
--------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario