viernes, 30 de septiembre de 2016

LE PERTENECES A DIOS...


Le perteneces a Dios. Desde antes que tú nacieras te apartó para él. Su sello personal está en ti. En todo momento habitas en su presencia, no hay palabra o clamor que pase ante él desapercibida, tus peticiones llegan inmediatamente ante su trono soberano; así que no temas ante las circunstancias convulsionadas que te rodean ahora, él vela constantemente ante todo lo que a ti concierne...     ¡Siempre te cuida!

Le perteneces a Dios. Eres de gran valor para él; eres su hijo (a), su siervo (a) y su heredero (a). Te ha tomado en cuenta para sus proyectos eternos, te ha asignado una misión específica a pesar de tus debilidades y defectos.

Le perteneces a Dios. Su Espíritu, morando en ti, se mantiene operando transformaciones profundas y radicales en todas las áreas de tu vida.


Entonces...

No hay razón para temer...
No hay razón para angustiarse...
No hay razón para entristecerse...
No hay razón para que te sientas a la deriva...

Le perteneces a Dios.
¡Gran privilegio!
¡Espera en él!

“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos”
Romanos 14:8




--------------------------
José Alfredo Liévano.

PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano

--------------------------

No hay comentarios: