Gracia es la acción
inmerecida de Dios a favor de sus hijos...
La acción inmerecida
de Dios a tu favor por medio de Jesucristo.
Es por su GRACIA que Dios te eligió desde toda
eternidad. “En
él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito
del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Efesios 1: 11). A él le
perteneces desde siempre y para siempre.
Es por su GRACIA que Dios tomó la iniciativa para
salvarte, no fuiste tú. “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en
vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo
la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza
hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos
dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús” (Efesios 2:1-7). No
tienes de que jactarte, todo se debe a los méritos de Jesucristo en la cruz.
“Por gracia sois
salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe” (Efesios
2:8-9). Todo se lo debes a Dios.
Es por su GRACIA que Dios te ha elegido para que
proyectes su luz en el mundo. “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: te he puesto
para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de
la tierra” (Hechos 13:47).
Es por su GRACIA que Dios va junto a ti favoreciéndote
y defendiéndote en medio de toda oposición; su asistencia personalizada es una
realidad durante las 24 horas de cada día, en todo lugar. “Jehová tu Dios es el que va contigo; no te
dejará, ni te desamparará” Deuteronomio
31:6.
Es por su GRACIA, independientemente a tus
méritos personales, que “eres lo que eres” y “tienes lo que tienes”. “Pero por la gracia
de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo” (1 Corintios 15:10).
Es por su GRACIA que Dios te preserva para sus
propósitos a lo largo de tu peregrinar en el mundo; te preserva en medio de tu proceso
preparatorio para la eternidad. No quedarás estancado (a) ni tirado (a) en el
camino. “Mas el
Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).
Es por su GRACIA que vives por él y para él; eres
su hijo (a), eres su siervo (a). “Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para
el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:8).
Es por su GRACIA que Dios te inscribió en el
Libro de la Vida del Cordero. “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no
borraré su nombre del Libro de la Vida” (Apocalipsis
3:5).
Abandónate hoy bajo la
GRACIA incondicional de Dios.
“Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
2 Corintios 12:7
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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